13 abr 2007

Entrevistas breves con personajes oscuros: Hank Quinlan


En tierra de nadie, en esa intangible frontera que separa Estados Unidos y Méjico, y no queda muy claro que terreno pertenece a quien, hay un capitán de la policía que vela por su seguridad. Se trata de Hank Quinlan, que también se mueve entre la débil separación del bien y del mal, por encima de leyes, éticas y, donde la justicia, es el único fin. Quinlan no duda, para ejercerla, urdir toda clase de comportamientos turbios, coercitivos y manipuladores para dar caza al criminal. Su intuición es su mejor arma y su naturaleza corrupta está tocada por el diablo. Aún así, nadie duda de su capacidad e implacable efectividad para mantener firme un territorio fronterizo repleto de mafiosos y delincuentes de toda calaña. Ni nadie osa cuestionar sus procedimientos.

Quinlan sostiene un puro en la comisura de la boca, lo que hace, junto con su mirada profunda, que su enorme imagen quede envuelta en humo, y ello le confiera una presencia imponente. Con la piel húmeda de sudor y enfundado en un traje inmenso, Quinlan se mueve cojeando, con lentitud, ralentizado, con precisión, ahorrando la energía para momentos realmente necesarios. La corbata cae sobre su orondo vientre. El sombrero calado en su enorme cabeza. La pistola se intuye tras la chaqueta. Con voz profunda me invita a sentarme, mientras el único sonido que nos rodea es el zumbido de varios ventiladores.

Estamos en un bar tranquilo, dentro de su jurisdicción y por lo tanto libre de posibles amigos de la fechoría. Su figura robusta y desaliñada produce cierta repugnancia, pero impone gran respeto. Nos sirven una botella de whisky y dos vasos. No sé como comenzar, qué comentario realizar para iniciar la conversación. Resulta complicado tener las ideas claras en un ambiente tan sórdido y caluroso.

–Capitán Quinlan: dicen por ahí que utiliza métodos impropios de un defensor de la ley, ¿es cierto?
–A veces. La justicia es necesaria aplicarla siempre, independientemente de la forma de conseguirla.
–Pero, ¿no siempre tendrá claro que un sospechoso sea el verdadero culpable?
–Mi intuición no falla. Si necesito probar que es culpable se prueba. Con la misma crudeza y falta de piedad con que el criminal intenta quebrantar la ley.

Quinlan bebe a grandes tragos, se recuesta sobre la silla y se seca la frente con un pañuelo. Junto a él, su inseparable bastón parece un sable aguardando paciente su momento. Cuentan que se convirtió en lo que es porque no pudo evitar la muerte de su esposa, lo que se transformó en una obsesión fijada con dolor y, quizá, el motivo que le lleve a actuar así.

Estuvimos charlando algo más, pero Quinlan no quería profundizar en las heridas, esquivaba mis preguntas con sus teorías, doctrinas y su actitud sutilmente arrogante. Escondiendo sus confusas motivaciones y mostrando su asumido rol de defensor del bien. Pero su oscuro pasado le delata y casi no tiene futuro. Quinlan tiene sed de mal. Y dicen por ahí que es un gran detective y un pésimo policía. Los que mejor le conocen, en cambio, afirman que es un hombre excepcional.

Hank Quinlan fue encarnado por Orson Welles en "Sed de Mal" ("Touch of Evil", 1958).

20 comentarios:

Unknown dijo...

Qué gran película esta Sed de mal... Un poco histriónica, pero estupenda.

ALOMA69 dijo...

Estupendas descripción y entrevista, nadie como ORSON WELLS para encarnar tal personaje!!!

Un saludo!!!

marcbranches dijo...

A Orson le encantaban este tipo de personajes, oscuros, con recovecos inalcanzables, algo histriónicos, ambiguos moralmente... Huía como alma en pena de los personajes de una sola pieza.
Efectivamente, Hank Quinlan era un hombre excepcional; lo cual no quiere decir que fuese un buen hombre...

Shiba dijo...

Totalmente suscribo los comentarios anteriores, pero más del de marcbranches...

Orson Welles es un personaje atípico; me une con él una sensación de amor/odio inexplicable...

alicia dijo...

Pedazo personaje, doctor, una de las mejores actuaciones de mi adorado Orson en una película fascinante, que juega perfectamente con el concepto de frontera entre el bien y el mal (muy difícil de encontrar los límites de uno y otro). Deslumbrante toda la escena del interrogatorio a Quinlan por su compañero, decidido por fin a traicionarlo, a pesar de lo mucho que le admiraba. Como dice Marlene, "Que importa lo que diga la gente. Era un gran hombre".

Mar dijo...

Ahhh qué película, después de este post le perdono un poco el haber comparado lechugas con pollos.
Excelente actor y por consiguiente personaje, pero inaguantable el Heston, y eso que entonces no estaba en eso del rifle (creo)
¡Qué ganas de verla otra vez!
¡¡Hala besos!!

Carles Rull dijo...

Otro gran hombre que eligió el camino oscuro. Y magnífica toda esa ambigüedad moral que rodea el personaje que, como la película, no es ni blanco ni negro, sinó hecho de una infinidad de matices en gris y en claroscuro.

Saludos doctor !

Joyce dijo...

Menudo es este Hank!

Unknown dijo...

me apunto la película, mañana se lo digo a la mula que me la baje. Un saludo

José Almeida dijo...

El encuentro de Quinlan con la melancólica y envejecida Marlene Dietrich en la semioscuridad de aquella tabernucha de frontera es un de los grandes momentos del cine americano. Así como ese travelling inicial que sigue al coche que explotará...

Una película fantástica

Un saludo

Sebastián Liera dijo...

Doc, la próxima vez que se tope que Mr. Quinlan sugiérale (si no es mucha molestia) que vaya a darles una visitadita a sus colegas en Chihuahua; en especial en Ciudad Juárez, que de seguro entre todos ellos encuentra a los miserables que no dejan de cobrarse con vidas de mujeres, jovencitas las más de ellas, la factura de una vida sin sentido... seguro que con sus métodos algo sacará de todo ello y quizás, sólo quizás, se detenga tanta miseria humana... ¿no cree?

Saludos desde México.

BUDOKAN dijo...

Uno de los tantos y famosos personajes megalómanos de Orson Welles. Todos con el mismo y triste final, su caída. Me gustaría intercambiar los links de nuestros blogs. Avisame si te interesa la idea. Saludos

Raquel dijo...

El juan palomo del cine... Ví la peli hace poco y la verdad es que es impresionante, el hombre.

MALEFICABOVARI dijo...

Creo que su mente diseccionó el personaje de fábula, pero luego el presente y la conversación no fluyeron lo suficiente para desenmascararlo del todo, debería haberle dado algun Jhonny Walker mas, y haberle traido sus puros favoritos, porque me quedo cn la sesación de que es un hijo de puta y encima lo borda. Pero esa era la gracia de la peli, no???
bss, doctormío, este paciente le salió rana, o muy listo, sí, esto último va a ser...

el_irlandés dijo...

Parece que el tipo tuvo un digno sucesor en mi amigo Harry. Y no me jodan, no me refiero a potter precisamente.

e-catarsis dijo...

Hola Doc, veo que ya ha empezado con las entrevistas ;-), excelente comienzo sin ninguna duda, le sigo...

Gonzalo Vicente dijo...

Vivir en la frontera; ser un hombre fronterizo te moldea de manera especial... te convierte en un ser razonablemente honrado.
Un saludo.

Pol dijo...

Gran eleccion para el estreno de sus villanos oscuros...

No se porque me ha venido un paralelismo entre Welles y mi adorado Hugh Laurie en "House"...

Saludos!

xerofernandez dijo...

Me apunto esta peli a la oden de ya, sí señor! Esta sección promete ser muy muy muy interesante!

Ah! Subí a mi blog un corto de Michael Dudok de Wit, espero que sea de tu agrado!

Un saludete con churros, Doc!

pcbcarp dijo...

Magistral. El difunto gordo y Vd., Dr.