6 feb 2007
Bob Lee Swagger: The Shooter
Vencido por el sopor acumulado de varias noches de insomnio caí vencido en mi diván. No acostumbro a usarlo. Psicológicamente es el lugar de mis pacientes y lo respeto como a un altar. Pero cuando el sueño te abandona y no hay manera de pegar ojo, pruebas con todo lo que se te ocurre para intentar que el consciente se desconecte de una vez y deje paso al descanso. Desde la bañera al suelo, encima de la alfombra, acurrucado en mi sillón, no había manera. De repente me sentí un sacrílego, cuando vencido por la desesperación me aproximé al diván. Primero me senté en el filo. Con prudencia. Era cómodo, pero también lo era mi cama y no conseguía pegar ojo. Poco a poco fui cogiendo confianza y con movimientos lentos me acurruqué. Me sobraba espacio, estaba encogido, semidesnudo y tan sólo quería dormir. Parece como si me hubiese adoptado, me abrazaba y me dio la confianza que necesitaba para conciliar el merecido sueño.
No sé cuantas horas llevaba durmiendo pero debieron ser varias, porque noté el cuerpo bastante descansado. Estaba cómodamente estirado, cuando un fino haz de luz roja me cruzó los párpados. Abrí primero un ojo y la luz casi me ciega. Abrí los dos ojos y atisbé como varios haces de luz buscaban un objetivo. Parecía ser yo. Entraban por la ventana descuidadamente abierta. Me quedé pensativo sin saber cómo reaccionar.
–No se mueva. Una voz vino desde el fondo del gabinete. Alguien había allí y ni siquiera lo había notado. Y yo en paños menores tumbado en mi diván, preso de la confusión, ¿era sueño o realidad?
–Tranquilo, no dispare –le contesté a la voz.
No podía ver nada pero sentí una respiración cerca y, de repente, alguien me cogió del brazo y me avalanzó contra el suelo. Caí boca abajo y puse las manos en la nuca. No sé. Fue un acto reflejo. Quizás demasiadas películas en mi cabeza.
–Arrástrese hasta aquí.
Los haces de luces rojas seguían buscando su objetivo. Ahora se reflejaban en el cuero del diván. Ahora comprendía, eran esas luces que emiten los visores telescópicos de los fusiles. Alguien me estaba apuntando a través de la ventana. Blanco fácil. Cuando conseguí salir del campo de visión me incorporé lentamente. Me puse de rodillas pero seguía con las manos en la nuca. Menudo panorama. Un auténtico e inocente cervatillo en manos de su cazador. Así me sentía. Quien me estaba hablando me alumbró con una linterna. No podía verle. Se alumbró él. Ahora sí.
–Me llamo Bob Lee Swagger. Tenía intención de venir a verle y parece que alguien más lo ha averiguado. Me están siguiendo. Me persiguen y quieren acabar conmigo.
–Eso no me tranquiliza –le dije mientras bajaba las manos. Empuñaba un fusil pero no me estaba apuntando.
–Tenemos que estar quietos y en silencio para que no nos descubran –dijo con rostro compulgido.
–Será que no le descubran a usted. Yo vivo aquí y este es mi gabinete.
–No tema. Pronto me marcharé.
–¿Por qué le persiguen?
–Verá, le cuento. Soy un francotirador del ejercito, ya retirado. Tuve un percance, asesiné a un inocente y abandoné. Ahora, mis antiguos compañeros han venido a buscarme para una importante misión. Un turbio asunto con el presidente de los Estados Unidos de fondo. Quieren acabar con él y cargarme el muerto a mí. Pero no lo van a lograr.
–Ah bien! Usted es The Shooter, protagonista de la próxima película de Antoine Fuqua. Ahora, voy comprendiendo -le dije en tono bajo y sereno, transmitiendo cierta calma aparente.
–Cierto. Me están siguiendo para atraparme, quieren joderme. –Pues yo le puedo ayudar bien poco.
–Sí que puede. Dentro de unos minutos asómese a la ventana como si nada y después la cierra. Métase en la cama y no se mueva. Se darán cuenta de que no estoy aquí y podré marcharme.
–Claro, eso si no me meten plomo en el pecho cuando asome el hocico.
–No dispararán. Me quieren vivo.
–Qué alivio. Tan sólo me dispararán en los brazos para no que la palme. –Hágame caso.
Los haces de luz desaparecieron tras unos minutos. Y como no me quedaba otra opción, me aproximé despacio y acojonado a la ventana como un cerdo al matadero. La otra opción era entablar una negociación con un ex militar armado con un fusil al que persiguen. No quedaba otra. Me asomé a la ventana, cerré los ojos y cuando los abrí no había nada. Todo estaba tranquilo pero con la sensación de que estaban ahí. Me estaban observando en la oscuridad. Cerré la ventana y me metí debajo de la cama. No se me ocurrió lugar más seguro.
-Doctor, me marcho. Disculpe las molestias. Tengo que seguir mi camino. Y gracias por su colaboración.
–Adiós Bob. Suerte.
Después de algunas horas desperté de nuevo en el diván. Algo confundido, ¿había sido todo un sueño? Me incorporé y vi huellas de pisadas hacia la puerta. No fue un sueño. Pero al menos descubrí que en el diván se duerme de putamadre.
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14 comentarios:
Comrpuebo que ya ni siquiera le dejan descansar tranquilo en su diván! Sobre Antoine Faqua le diré que, como director, aún me parece de los más dignos, y una firma interesante, dentro del actual panorama de Hollywood.
Y sobre Mark Whalberg, tal vez lo haya oído, pero me parece que ya están escribiendo una segunda parte de "Infiltrados" donde el personaje central sería el suyo.
¡Ya ve! a Whalberg le queda aún cuerda para rato con esto de ir cargando con una arma a cuestas!
¿Qué tendrá la figura del francotirador que resulta tan atrayente? (al menos para mí, claro)
Las técnicas de infiltración y el sigilo son dos procedimientos que en pantalla resultan fantásticos. Después de la regular "Enemigo a las puertas", quedo a la espera de este estreno. Y también pendiente de Mr. Wahlberg, no es uno de los que yo eligiría para el papel... pero como no soy Faqua...
Jeeeje! Un saludo, Strangelove! Como Kubrick no hay nadie... ;D Hasta pronto!
Muy bueno, doctor, excelente, amena narración. Espero con impaciencia ver la película, de todas formas.
Un saludo.
Querido Doctor,
Tendría a bien recomendarle unas pastillas blancas que le llevan a uno a la gloria, pero... no se pueden tomar con alcohol, así que recomendación terminada y frustrada. Este señor que se le apareción en su pesadilla, porque sueño no lo veo yo cómo tal, es el mismísimo Mark Whalberg, actor que perdóneme, odio hasta la saciedad. Me parece que tiene cara de mono, que hace papeles iguales, y que siempre va de hijo de puta, cuando lo único que tiene de hijo de puta es una cara de Adolfo Hitler que se muere. No me cae simpático, y a mi las pelis estas de este género, no tengo nombre para llamarle, pero sería casquería barata sobre tiros y argumentos repetitivos hasta la saciedad que duermen, yo paso, no pienso verla. Hizo ud su papel muy bien, quizás debió darle algún post suyo al tío este para que propusiese alguna película cómo es debido... y ya puestos... que la protagonizara mi adorado Martin Landau, genio donde los haya.
Un beso sobrio, los narcotizados los guardo para mis muelas,
Maléfica
¿Alquila su divan para ir a hacer alguna cabezadita de tanto en cuanto?
Sólo me queda una duda. ¿Su diván es individual o de matrimonio?.
Me gusta, me gusta mucho la manera de contar nuevas películas aquí. De verdad.
No habría otra manera para que yo hubiera leído algo sobre "shooter" o Mark Wahlberg. Aunque el director me parece de los dignos de Hollywood y Wahlberg se reivindicó para mi en infiltrados.
Un abrazo.
Pues que me da a mi y no sé por qué que el guión que Ud ha desarrollado va a ser infinitamente mejor que el que desarrolle la película...es una impresión...nada ni caso que tengo hoy el día de NO...en cualquier caso lo que si resulta cada vez más interesante es su divan...porque...nos lo cuenta Ud todo...¿Verdad? :))
divan/whisky...whisky/divan...
Ay... lo siento doc, jamás podré tomarme medianamente en serio al hermano de uno de los New Kids on The Block...
Besos.
¡Joé!, pues despertarse de golpe y encontrarse al Mark Whalberg... ¡qué susto! Ni luces rojas ni fusiles ni ná, que para eso tiene una cara bruto que tira para atrás.
Un saludo!
Ya va un buen número de películas norteamericanas basadas en el intento de asesinato de su Presidente, curiosa obsesión ¿significará algo, Dr.?
Saludos, Dr.
Agggggggggg, es verdad lo de New Kids On The Blog... joder, ahora sí que me cae gordo el tío... joder, con el papel de hijo puta que hace en infiltrados, y luego tiene que ver con las nenazas esas....agggggggggggggggg, doctor, tuvo ud una pesadilla de las malas. Cierre puertas y ventanas, que ya le dije que los actores malos no tienen cabida en su gabinete de categoría elevada. Joder, joder, si ya me sonaba a mi el pazguato...
bss
Maléfica
qué curioso he sentido lo mismo que "a pesar" con eso del presi de los EEUU.
Me recuerda esto a los videojuegos de mi adolescente, me temo que querrá ver la película.
En cuanto al diván creo que lo que menos haría allí sería dormir ;)
Besosss
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