14 mar 2006

Oscar 2007


Estoy impaciente porque oscurezca. Porque el sol deje de brillar y deje paso a una espectacular luna llena que dictará su influjo sobre mi cuerpo. En noches como la que se avecina me siento envuelto en un mágico desenfreno de diversión, me transformo como un licántropo en busca de sus víctimas. Aunque no siempre acabo satisfaciendo mi apetito, pero me resulta estimulante la búsqueda desenfrenada de experiencias alocadas y guiadas por el subconsciente. Me aseo, me bebo media botella antes de pisar la calle y cuando salgo no sigo ningún itinerario fijo, simplemente me dejo guiar por mi instinto. Con un poco de suerte y mucho alcohol acabaré en el Séptimo Cielo, donde alguna diosa me seguirá el juego. Seguro que lo pagaré caro. Pero no me planteo el futuro más allá de un parpadeo. En vista de como el mundo rueda mejor no pensar.

Hoy he conversado con mi amigo White Chocolate, del que hacía tiempo no tenía noticias. Nos reimos con anécdotas y detalles de sus peripecias fotográficas en la alfombra roja de la Ceremonia de los Oscar. Como siempre astuto y audaz, pero no consiguió captar alguna comprometida instantánea, como suele hacerlo. Aunque ellas estuvieron precisamente precavidas y no dejaron un milímetro a la espontaneidad. Se tuvo que conformar con meter el 300 mm en los ceñidos vestidos buscando lo que todos quieren ver -según me ha detallado-.
También me ha puesto al día de lo último. Los galardonados ya no son noticia, ahora se especula con los próximos: véase... Russell Crowe por A Good Year, Gretchen Mol por The Notorious Bettie Page, por cierto sexy paciente que tuve el gusto de atender, Paul Bettany por The Da Vinci Code, quitándole el protagonismo al mismísimo Tom Hanks; Angelina Jolie por The Good Shepherd; Ron Howard por The Da Vinci Code; y como mejor película... la omnipresente del 2006, The Da Vinci Code. Le comenté a White Chocolate que a ver si se acuerdan de Scorsese y le entregan uno honorífico, creo que después de siete nominaciones y cuatro décadas de grandes películas (Mean Streets, Taxi Driver, Raging Bull, After Hours, Goodfellas, Casino, The Aviator,...) ya es el momento. Pero eso no debe preocuparle, ya que los más grandes nunca consiguieron la estatuilla por méritos propios, sino cuando ya chocheaban para quedar bien o póstumos (para quedar regular).
Mi buen amigo me prometió que me llamaría más a menudo y, más ahora, que andaba tras la pista de interesantes rumores que soplan por Sunset Boulevard y alrededores.

La luna empieza a dibujarse en el firmamento. Es hora de prepararse para la noche más luminosa.