
El pasado lunes se cumplieron 25 años del estreno de una película mítica: "Blade Runner". Después de su fracaso en taquilla en 1982, pronto se convirtió en obra de culto al editarse primero en vídeo y más tarde, en 1997 en DVD, siendo uno de los primeros títulos que se adentraron en este soporte, por aquel entonces con varios formatos sin unificar.
Tras el éxito de su explotación doméstica, la Warner junto al director, Ridley Scott, han anunciado, en alguna ocasión, su reestreno a lo grande en salas de cine. Quizás la culpa de éxito fuese la peculiar atmósfera que envuelve a esta historia de ciencia ficción mezclada con cine negro. Decorados humedecidos, edificios oscuros envueltos en una neblina permanente con ausencia de sol, y de fondo una hipnótica y cautivadora banda sonora compuesta por Vangelis. Harrison Ford en uno de sus mejores papeles en busca de androides, los famosos replicantes, cuya labor detectivesca se desarrolla en un escenario urbano del futuro, imitado hasta la saciedad y definido como ciberpunk, en una sutil mezcla de tecnología futurista y marginalidad existencialista.
El guión, basado libremente en la conocida obra de Philip K. Dick ("¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?", de 1968), sitúa la acción en el año 2019, en un entorno visualmente tan elaborado, que cada plano es fruto de una obsesiva acumulación de detalles. Y cuyo fascinante proceso de creación narra Paul M. Sammon en su obra "Futuro en negro" (1996), una de las mayores autoridades en materia de esta película, que cuenta la tensa relación entre realizador y protagonista, debido a la obsesión perfeccionista de Scott. Las dificultades del rodaje fueron tantas y la tensión tan acumulada que los productores obligaron a eliminar un plano onírico fundamental para el final y alterar esta conclusión para hacer un final feliz, con planos idílicos de montañas, descartados de la película "El resplandor" de Kubrick. Y así habría quedado todo de no ser porque el éxito de su edición en formato doméstico provocara a la productora las ganas de volver a reeditar el filme.

Y es que el tiempo y las decisiones de la Warner han provocado la existencia de numerosas versiones. El montaje original internacional, más violento que la versión doméstica estrenada en EEUU, fue el que apareció primero en VHS (y también en el moribundo Laserdisc). Dos versiones más, una de ellas estrenadas en 1991 ocasionalmente en algunos festivales, y que no contó con la aprobación de Scott, a raíz de la cual se reeditó de nuevo en 1992, con su aceptación y siendo la primera versión conocida en DVD (por cierto uno de los más buscados durante años y descatalogado muy pronto). Además se divulgó otra versión para televisión, con sus contenidos ofensivos eliminados. Tras la presión de los fans y del propio director, en el año 2000 fue invitado para hacer la versión definitiva, digitalizando los fotogramas y mejorando el sonido. Se presentó en las navidades de 2001 como un set de tres discos, sin embargo el lanzamiento se fue retrasando por una serie de disputas legales en torno a sus derechos.

Hasta mayo de 2006 que volvió a aparecer la noticia de la previsión de su nuevo lanzamiento. Y hasta hace pocas semanas no se ha confirmado la edición de "Blade Runner: the ultimate collection", todo presentado con el lujo que merece la ocasión. Hasta el punto de que Scott ha vuelto a rodar algunos planos para afinar el montaje. Y da muestra de lo mucho que significa para el director esta película que es, con mucho, su verdadera obra maestra, y una película que aguanta el paso del tiempo y se hace más mítica si cabe.
Warner ha anunciado también el lanzamiento, para el próximo mes de octubre de 2007, la película en formato HD DVD. Por primera vez en alta definición y con el merecido tratamiento que los millones de fans han reclamado durante años.
Todo apunta que por fin podremos disfrutar de la versión definitiva de esta magnífica película y, con un poco de suerte, su reestreno en cines.