7 nov 2007
Historias de videoclub (I)
Es curioso como se ha transformado la cultura del videoclub en los tiempos que corren. Ahora es más habitual encontrar tiendas de películas, donde los dependientes, en muchas ocasiones, te despachan novedades en DVD como podrían hacerlo de zapatos o alfombras. Ya se ha perdido esa complicidad entre el encargado del videoclub y los socios habituales, en los que las charlas cinéfilas podían comenzar con cualquier motivo y acabar haciendo alguna microhistoria del cine enlatado en una cinta magnética de VHS.
También ahora es más complicado encontrar un videoclub, hay muchos menos y además se denominan "dvdtecas", en donde alquilar una película es ya casi menos habitual que comprarla. Se ha transformado el formato, y se está viviendo una lucha entre la alta definición (que será el futuro) y el actual soporte, el deuvedé. Ahora, cuando uno quiere alquilar una película acude a esos cajeros estúpidos donde, a través de una pantalla, uno selecciona la novedad que quiere ver y tras un buen rato ojeando y cuando has elegido por descarte, acabas arrepentido de perder el tiempo, puesto que la quieres ver no tiene unidades disponibles.
Pero hace ya una eternidad, también había estos inconvenientes y también se produjeron luchas entre varios formatos. Recuerdo que en mi infancia preadolescente, siempre acompañado de los amigos, acudíamos asiduamente a videoclub donde pasábamos horas mirando las carátulas, leyendo las sinopsis de películas que desconocíamos y riéndonos de los socios capaces de alquilar cualquier cosa que no durase más de una hora y media y en la que hablasen poco. Los dependientes, una pareja emprendedora que abigarraba el local con posters, carteles y toda la parafernalia de promoción de las distribuidoras, conformando una decoración propia de una auténtica película. El caso es que entre algunos estantes había momentos de verdadera intimidad, camuflado entre un Rambo en cartón de dos metros y un Mickey Mouse giratorio colgado del techo, donde podías perder horas viendo las carátulas sin que nadie te llamase la atención ni te distrajese.
Recuerdo como si fuera ayer que solía alquilar "películas de peleas de chinos", que no eran otra cosa que cintas de acción originarias del lejano Hong-Kong, para ver en pandilla. Tras ver las secuencias más interesantes una y otra vez (que grande cuando se podía rebobinar y avanzar con tanta facilidad), acabábamos montando una verdadera recreación de lo que habíamos visto. Pero eso era en grupo, porque cuando acudía sólo me picaba algo dentro por aquellas películas en blanco y negro, cuyas imágenes me fascinaban y con historias duras, cine negro de tipos duros con pistolas y pérfidas mujeres de larga melena. Visionando aquellos títulos inolvidables como "Los violentos años veinte", "Forajidos", "La casa de la calle 92" o "La jungla de asfalto" nació en mí un afán por el coleccionismo, por acaparar centenares de películas en VHS que guardaba como un tesoro. Pero eso es otra historia.
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17 comentarios:
Nostálgico e imprescindible post. La cultura del videoclub sigue siendo trascendental en el recuerdo de aquellos que crecimos con ello. Sin aquellos videoclub no habría visto ni la mitad de las películas que he visto.
La cultura del DVD, de las descargas y demás no es lo mismo. El futuro no mola.
Algo parecido nos va a pasar con los libros, y es que yo soy más de leer... Pero es una pena, sí.
Besos, doctor, excelente paseo y me encanta el diseño, se puede leer bastante mejor que antes :)
Tengo guardados unos cuatro centenares de Vhs y me da una pena inmensa tener que despacharlos en el contenedor, pero tenerlos tampoco tiene mucho sentido...
El único problema que tenían los videoclubes era que cuando te olvidabas varios días una película en un bolso o en algún recóndito rincón de tu casa te ponían una multa que podía resentir toda la economía hogareña.
Que recuerdos... Yo tambien fui asiduo de un videoclub, el grupo de amigos pasabamos horas buscando una pelicula que nos gustase a todos, y en realidad ninguno habiamos la inmensa mayoria de las que alli se encontraban. Lo nuestro era el cine de terror, principalmente americano, pero en una epoca en que las peliculas todavia daban miedo.
Doy gracias a los videoclubs por tantos años de entretenimiendo, a ti Doctor por traer a mi mente tan buenos recuerdos.
Recuerdo ir con un colega cada dos por tres en busca de las consabidas películas de artes marciales con el Bruce Li, o el Bruce Le, o el Bruce Ling de turno... he explicado alguna vez en el blog que yo fui un cinéfilo tardío, hasta algo más allá de los venite no empecé a tomar conciencia de que el cine me gustaba DE VERDAD, fue precisamente gracias al videoclub: fue cuando em di cuenta de que lo que me interesaba era quién dirigía la película... Es cierto que ahora es diferente el tema del videoclub; cuando no había blockbusters ni cosas así, era jodido conseguir el estreno de la semana, porque sólo había un par de copias. Ahora es todo muy diferente, lo peor que puede pasar es pasarte un cuarto de hora en la cola del cajero esperando que la parejita de turno se ponga de acuerdo, decidiendo entre "Tú la letra, yo la música" y "The shooter"...
En mi casa cuando se compró el primer video VHS mis padres alquilaban sin mesura las películas de Charles Bronson, les iba eso de Yo soy la justicia, y el dependiente era un consejero que ayudaba a unir a la familia. Mi video club es uno de los pocos que sobreviven en la ciudad y el que mayor número de títulos atesora, con auténticas joyas que descubres llenas de polvo en el piso de arriba, que sólo unos locos nostálgicos visitamos.
Besos desde la Noche.
Cuanta razón tienes, Dr.: hemos pasado de la charla cinéfila con un experto que acumulaba conocimientos propios y ajenos, a encontrarnos dándole a la tecla buscando aquella película que no está disponible, bien porque otra la pilló, bien porque, como interesa a unos pocos, jamás la hallarás.
Saludos.
Nunca he sido demasiado de videoclú, más que nada porque no tuve vídeo hasta bien entrada mi adolescencia (y luego no disponía del capital necesario), pero recuerdo acompañar a colegas y, al llegar a las cortinas/biombo/separador de las cintas X, sentir cierto escalofrío por lo prohibido.
Yo tampoco fui mucho de videoclub, pero si de grabar mucho vhs.
Con mi paga semanal me compraba uno dos vhs virgen donde grababa una, dos y a veces tres (cuando posteriormente aparecieron los vhs con Long Play) películas, que eran las que veia esa semana.
Y cuando iba al videoclub me pasaba las horas muertas en todas las secciones, empapandome las partes de atrás de las caratulas, donde venian las sinopsis y los datos.
Estoy con Refo, el futuro,con las descargas, no mola. Se ha perdido una gran parte del encanto.
Si te digo la verdad no recuerdo la última vez q vi un videoclub o como leches se llamen ahora. Ni siquiera los "cajeros de pelis" abundan ya...
Aunq la verdad, con lo sencillo q es hoy en día descargarse una peli del emule, no me extraña q el negocio se haya ido a la mierda.
Yo todavía conservo mi vídeo VHS y alguna peli imborrable y eterna en el mismo formato.
Besos, chato. Me gusta mucho el cambio; más fácil lectura y un bonito diseño ;)
Completamente de acuerdo y me ha encantado el artículo, pues me ha hecho revivir tiempos pasados. De pequeña recuerdo alquilar películas VHS sin parar con mis padres, en el típico videoclub de barrio, no muy grande y con posters y cartones publicitarios enormes de películas que me quedaba embobada mirando... Como bien dices, era todo un ritual el tema del aqluiler, desde que entrabas en el videoclub..escogías la peli y llegabas a casa, te cocinabas cualquier marranada e insertabas la cinta en el video y a disfrutar!
Futuro muy negro les veo yo a los videoclubs... De hecho en mi ciudad es un verdadero milagro ver uno cuando antes había al menos un par en cada barrio.
Loa actuales "drugstore" con alquiler de dvs... son tan "impersonales"... Uf, es que no hay color con lo de antes.
Saludos Doctor! (Por cierto que vi "El guateque" el otro día e irremediablemente me acordé de usted xD)
A propósito de este hilo:
http://muchachadanui.rtve.es/videos/09-la-cinta-vhs.html
Ay, Doc, me has hecho recordar aquellas tardes de sábado alquilando VHS en mi videoclub de toda la vida...
hola,
antes que nada muy bueno el blog!
mi nombre es Martín, estoy buscando gente interesada en el cine independiente o no comercial, y de autor, que tenga ganas de escribir y formar parte del equipo editorial de cinevivo,
si estas interesado mandame un mail a mturnes@cinevivo.com.ar
saludos!
Martín
www.cinevivo.com.ar
Yo hace siglos que no piso un videoclub. Pero aparte de eso, la verdad es que nunca he tenido una relación que vaya más allá del trámite con el dependiente de ningún videoclub. Seré rara, pero si voy al videoclub es para alquilar la película que me interese y punto. Al menos en mi caso, cuando oías hablar al dependiente con otros clientes sobre películas, era para cortarte las venas con sus gustos, así que para qué intimar más XD
Que recuerdos, yo también fuí de los de pasarse horas en el videoclub, riéndonos de las caratulas absurdas de algunas películas o alquilar esa que siempre te picaba la curiosidad.
También recuerdo, al igual que tú, las pelis de peleas para ver con los colegas y las risas que nos haciamos viendo al jackie chan partirse los cuernos una y otra vez.
Es cierto que tenían otro sabor, no se, tal vez era el hecho de que, al igual que muchas de las cosas de las que hacemos siendo críos, el alquilar una peli para ver con los colegas era algo especial. Aparte de que era el único medio disponible para conocer películas e incluso obtenerlas haciendo una conexión de 3 mil cables entre tu vídeo y el del vecino.
Ahora apenas voy, cosas del divx....
Saludos Dr, fantástico post, pura nostalgia.
Muy buen articulo.
Y si me lo permites,tengo un blog dedicado en exclusiva a la cultura de videoclub.
http://videocult.jimdo.com
Un saludo y gracias.
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