23 ene 2007

Walter Sparrow y el número 23



Mientras las grandes estrellas del cine están hoy con los nervios crispados, por aquello de las nominaciones a los Oscar de Hollywood, yo me dedico a la limpieza. Del gabinete se supone. Está en un estado deplorable, un tanto abandonado, sumido en una espesa capa de polvo, víctima de la apatía y dejadez recientes. Intento mantener un cierto orden y armonía pero resulta difícil mantenerlo más allá de un par de semanas. Todo vuelve a mi caos personal, a recalar allí donde no debe pero donde siempre lo encuentro. Es mi particular Feng Shui. Y todo porque espero visita. Un nuevo paciente con una obsesión numérica.

A la hora indicada un golpe nervioso sobre la puerta me libera de mi tarea de asistenta. Eran las 23 y 23 minutos.
–Adelante por favor.
–Gracias doctor. Soy Walter Sparrow, le llamé para que me atendiera.
–Pase y acomódese.
En un principio lo confundí con cierto pirata caribeño, por aquello del apellido, pero en seguida me dí cuenta de que no era él. Walter Sparrow es un personaje con cierta obsesión numerológica, según me ha contado.
–Doctor, vive usted en la puerta número 3 de la segunda planta.
–Si, ya veo que tomó buena nota de la dirección.
–Joder! joder! otra puta casualidad.
–Qué le ocurre señor Sparrow?
–El puto número 23. Está por todas partes, allá donde voy, allí donde miro está. Amenazante, repetitivo.
Sparrow tiene muy mal aspecto, con una mirada de auténtico psicópata, ofrece claras muestras de encontrarse bien jodido. Lleva una especie de viejo libro con la cubierta roja y muy manoseada. Lo sujeta firme pero con síntomas de nerviosismo. Apago algunas luces y le ofrezco una copa, quizás se tranquilice un poco y me explique qué le ha traído hasta aquí.
–Gracias doctor, pero no quiero beber. Debo estar atento.
–Atento a qué exactamente?
–Verá, este libro que tengo en mis manos –lo levanta para mostrármelo– relata mi propia vida. Dí con él por casualidad y cuando empecé a leerlo me atrapó. Está mecanografiado por lo que no creo que haya otro igual. Al principio creí que era una especie de diario o algo así. Pero luego empecé a encontrarme con sucesos de mi propia vida. Y para colmo, el narrador es asesinado. Lo que entenderá, me supone un auténtico suplicio. Además está ese número, el 23. Se repite constantemente en mi vida, no me abandona, está por todas partes. Y tiene que significar algo, pero no doy con ello. Tengo que encontrar una solución o sino acabaré como el protagonista de la novela.
–Discúlpeme, el título del libro...
–El número 23. Se llama así. El puñetero número maldito
–Gracias señor Sparrow, ya me imaginaba.
–Bueno en principio usted está desarrollando un cuadro de obsesión paraoide, cercano a una psicosis, pero debe calmarse. Descansar y, lo más importante, olvidarse de ese libro.
En ese instante sus pupilas se dilatan, me mira fijamente durante unos segundos. El silencio se prolonga demasiado incómodo. Ahora desvía su mirada hacia el libro, lo agarra más fuerte y lo abraza junto a su pecho.
–No es tan fácil doctor.
–Bueno, es cuestión de darle una fuerte patada y mandarlo lejos. Luego siga su camino en dirección contraria, se toma un par de copas o se marcha de viaje, con unas merecidas vacaciones.
–No puedo. No puedo.
–Si quiere yo me deshago de él. Lo meto en el horno y le prendo fuego...
–Nooo.

Se levanta aterrado, empieza a temblar. Camina lentamente hacia la puerta, parece completamente ido de sus casillas.
–Vamos a ver señor Sparrow. No tiene nada que temer, quiere que le una pastilla tranquilizante.

En ese instante empieza a golpearse en la pared con la cabeza, se tropieza y busca la puerta, me dedica una mirada profunda y desaparece. La verdad es que está fatal. Pronto se estrenará su película (el 23 de febrero justamente) y se despejarán todas sus dudas y problemas. Mira que obsesionarse con un número, si fuese con una mujer al menos.

Lo más cerca que he estado de obsesión con un número fue en el casino y con la edad de una jovencita que me desapachaba. Aunque si no recuerdo mal, creo que me dijo que tenía 23 años. Era mentira seguro. Por cierto hoy es día 23. ¡Coño! Me acerco al espejo y me miro. Joder, a ver si yo también me voy a obsesionar con el puto número 23. No se lo quise decir a Sparrow, pero el 23 es número muy recurrente y tiene mucha historia. Voy a llamar al impredecible Joel Schumacher, director de la película y le comentaré el caso. A lo mejor me deja un papel secundario. Antes me tomaré un trago a ver si me pasa.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Quidado con las obsesiones! No te das cuenta y te conviertes en todo un paranoide!!! Suerte Dr.!
Besos

Burnout. dijo...

No he visto anunciado nada de esta pelicula, pero me encantan todas aquellas en las que hay transtornos mentales... Me gusta ver como la gente es capaz de representarlos. Creo que es mucho más dificil ser creible como loco que como cualquier otra pose. Requiere (creo yo) mucho más estudio y planificación que el resto, porque todo lo que toca, siente, ve y huele, se ve influido por la obsesión compulsiva...
Le echaré un vistazo a la película Dr cuando la estrenen. Mientras tanto, que le sean leves las tareas domésticas.
Un saludo.

Anónimo dijo...

No pinta mal la peli, pero Joel Schumacher da un poquito de miedo... ¿Será como Batman & Robin? ;-)

Anónimo dijo...

Me encanta las historias complejas de numerología. Esperemos que Schumacher no haya estropeado lo que parece un argumento bastante interesante. Ah, y Jim Carrey da miedo en esta peli ¿no?

Por cierto, ¿has visto "Stranger than fiction"?

Un saludo.

Anónimo dijo...

Pues sí, a mi Joel Schumacher me da un poco de mal rollo. Pero en principio tiene buena pinta.

Un besito Dr!

Anónimo dijo...

Esa peli tiene una pinta que no veas, además, Jim Carrey cuando se pone en serio es la ostia, para mi un actorazo, recuerde su Show de Truman, o The man on the moon, sí, es para tomarle absolutamente en serio. Ya había oido hablar de la peli en cuestión, leí un par de artículos, y estoy ansiosa por verla. Emma Thompson no es santo de mi devoción, pero ahí está, la historia seguro que la coloca bien y en su sitio.
Un placer, la foto, este hombre me parece muy machomacho, y se agradece, aún con esa pinta, pues mas macho, coño. Luego se enjuaga un poco, y sigue siendo el Jim Carrey guapetón de siempre.
Ale, buen día, y pendientes ya de ver tremenda cinta...
bss
Maléfica

Anónimo dijo...

Mal asunto el de las obsesiones, puedo entender al Sr. Sparrow y puedo entender que a pesar de la angustia que le produce la posesión del libro la idea de alejarlo de él le parezca aún más angustiosa...mal asunto...a este pobre diablo le hace falta una buena catarsis, pero yo no tengo gabinete y mi natural facilidad para la empatía me situa en una posición de extremado riesgo...así que habrá que dejar que las cosas discurran por los cauces que deben y el 23...veremos.

...deseo sinceramente Doc que no se le pase...no arregle el caos por favor que el orden es mucho peor y...aunque no crea, créame...

Unknown dijo...

lluna de foc: todos tenemos algo de paranoide maniática. A veces no tan grave ni tan confesable.

necroscopio: el tema de la numerología da para mucho y el 23 ni te imaginas (mira el vínculo)

josmachine: aún no he podido ver la película que mencionas pero ya ando detrás, después de leer varias críticas (incluída la tuya).

noa: Schumacher da un poco de grima, si, pero siempre le doy un voto de confianza. La historia lo merece

maleficabovary: Emma Thompson no trabaja, es Virgina Madsen, mucho más turbadora y misteriosa, ideal para la película.

e-catarsis: esté tranquila, lo que ordeno vuelve al caos habitual en poco tiempo.

el_irlandés dijo...

Caso complicado este doctor, si consigue resolverlo avíseme porque tengo una obsesión semejante con el número 69 (23x3), y quizá pueda ayudarme a mí también.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo igual me apunto doctor (aunque lo del 69 dejémoslo para el irlandés); porque más valdría prevenir que estar-se-la-mentando a punto de llegar a mis 32 (el mentado 23 al revés). Por lo demás, lo dicho.

Anónimo dijo...

Mira que obsesionarse con el 23, con lo bonito que es el 69, que además te puedes obsesionar todo lo que quieras con él en compañía, y venga y dale que es un no parar.

La película no pinta nada mal, veremos!

Anónimo dijo...

Pero el 23 también es un número magnífico! Aunque no seré yo quien critique el 69

Ya más en serio, el artículo me ha encantado. Mucho y soy totalmente sincero. De hecho al principio he pensado "¡qué largo" pero todos mis prejuicios al final de él habían quedado eliminados

Un saludo!

ALOMA69 dijo...

Vaya tipo duro, menudas cachas, apetece, sin duda.

Un saludo!!!

ALOMA69 dijo...

Me he puesto al día leyendo para atrás: muy bueno el post DOBLE SESION, tenía que decírtelo!

Anónimo dijo...

Joder, le juro que leí un artículo en algún semanal de esos que salen los viernes, en el que ponía que salía Emma Thompsom. Está en casa de los padres, tengo que escanearlo, no puedo quedar de malaburra, aunque mi cultura cinematográfica no sea la suya, aunque distinta sí es, la verdad. Para cuando una reseña de las mejores de Lubitsch? Y esos personajes femeninos que tan bien abarca el tío...
O algo sobre mi adorado Woody Allen, cuénteme su opinión sobre "Delitos y Faltas", para mi su mejor peli, si tiene un rato, claro.
Internete dice, que esta de Jim Carrey, no pasa de ser un thriller entretenido, pero a mi me pesa el señor actor, así que iré a verla.
Bueno, espero su próximo post, y desde luego no le aclare nada a este señor, coño, esa es la juerga.
Maléfica
(no puedo entrar con mi alias, otra vez me han jodido con la cuenta...)

Anónimo dijo...

puff y yo tengo 23, explica tal vez en algo mi paranoia desde que los cumplí de que algo importante iba a pasar por este número aunque no estaba segura qué????

Q interesante blog, mucho de verdad.
Es siempre reconfortable encontrar personajes oscuros y llenos de aristas como ud. y su blog Dr. Strangelove, ahora que lo descubro pasaré seguido por aquí.

Saludos y mucho gusto

Portu dijo...

¿Esto del personaje de libro que es un sujeto real no va a ser la trama de otra peli de inminente estreno? Lo digo porque el otro día en el cine me pusieron el trailer y no parecía tan "tenebrosa" como ésta. Tiraba más para la comedieta con Will Ferrell, Dustin Hoffmann y (ahora sí, Male) Emma Thompson. ¿Un nuevo caso de "hemos tenido la misma idea al mismo tiempo fíjate que casualidad" hollywoodiense?

Y a mi con eso del 23 es que me sacas de Michael Jordan y no me ubico.

Anónimo dijo...

Qué nerviosa me ha puesto el hombre este...

Anónimo dijo...

La verdad que recien salgo del cine y la pelicula me parecio increible, todo encaja y no deja cabos sueltos.. obviamente a las personas que no sean supersticiosas no se si les va a gustar, per particularmente a mi me parecio una de las mejores peliculas.
Por cierto Jim Carrey acaba de demostrar que no solo es un actor de comedia,