Hoy es el aniversario del nacimiento del gran genio Ernst Lubitsch. Y no hay mejor día para recordar a uno de lo más grandes talentos de la historia del cine, uno de los pilares de la comedia inteligente.
Siendo judío y alemán su integración en los EEUU fue ejemplar, siendo uno de los cineastas que mejor ha mostrado la doble moral de los norteamericanos en la gran pantalla. Lubistch, a pesar de su origen humilde, pronto sintió interés por el teatro y la interpretación. Convirtiéndose muy pronto en realizador de comedias para el cine. "Madame du Barry" (1919) fue su primer gran éxito a escala internacional y con el que se le abrieron las puertas para su futura carrera en Estados Unidos. Ya desde sus comienzos empezó a mostrar su afinado talento cómico, con gran ingenio verbal en los diálogos que escribía.
Llegó a América precedido de su fama –era el puntal del cine alemán–, encabezando la senda que luego seguirían muchos cineastas europeos (Murnau, Lang, Wilder). Se fue adaptando a la sociedad americana, con su hipocresía y su famosa doble moral. A lo que le sacó punta en sus películas, mostrando o, más bien, sugiriendo y dotando de su adorable ironía europea al servicio de la meca del cine. Y es que de ahí se acuñó el famoso término por el que ha sido siempre recordado: "el toque Lubitsch".
En un principio "el toque Lubitsch" se acuñó como eslogan publicitario para crear una marca distintiva en referencia a su talento como director. Se podría comparar con el tambíen archifamoso "maestro del suspense" que siempre ha precedido a Alfred Hitchcock. Pero "el toque Lubitsch" se podría definir como una paradoja, en sus películas se apreciaba gran elegancia combinada con cierto punto de grosería y frivolidad, sin perder un ápice de profundidad. Lubitsch sugería más que mostraba y convirtió el doble sentido en una magistral estratagema para introducir un sutil erotismo, alejado de lo explícito e imposible para los censores de la época. A Lubitsch no le asustaba el sexo, lo utilizaba con gran mundanidad y era la metáfora para explicar las relaciones humanas. Lubitsch explicaba: "Yo dejo a la audiencia usar su imaginación. ¿Qué puedo hacer si malinterpretan mis sugerencias?". Pero "El toque Lubitsch" es más fácil de comprender viendo cualquiera de sus películas: "El bazar de las sorpresas" (1940), "Ser o no ser" (1942) o "El diablo dijo no" (1943), por mencionar sólo tres de las más destacables.
De su filmografía americana, no sólo se pueden señalar la astucia de sus trucos, la elegancia o la inteligencia de sus diálogos, sino también la utilización incisiva que hace de los gestos característicos y de la expresividad facial. Todo ello hizo que Lubitsch fuese una influencia fundamental en cineastas posteriores como Ophuls, Bergman o Leisen, e incluso Woody Allen y Peter Bogdanovich, además de ser el maestro de Billy Wilder, quien escribió para él en alguna ocasión. Y convirtiéndose en el cineasta no americano que más ha influido en la historia cinematográfica de este país. No se puede decir que Lubitsch aportase nada nuevo técnicamente al cine, puesto que sus películas son ejemplo de sobriedad y discreción en la dirección, usaba planos clásicos y sencillos, pues era partidario del realizador "invisible", donde la mano del director quedaba oculta al espectador, dejando que los diálogos, los personajes y la acción fueran los que predominaran. No por ello dejó de ser un cineasta tremendamente personal, que por medio de sus películas se burló inteligentemente de la sociedad americana que lo acogíó, curiosamente utilizando siempre como escenarios otros países. A pesar de ser un director discreto, como guionista y escritor fue terriblemente osado, hasta el punto de que se le considera el introductor de la sofisticación sexual en el cine.
Además de las ya mencionadas son fundamentales: "Ninotchka" (1939), "Una mujer para dos" (1933), "El teniente seductor" (1931) o su última película "El pecado de Cluny Brown" (1946). Lubitsch falleció con tan sólo 55 años pero dejando un legado a la cinematografía norteamericana y mundial absolutamente inolvidable.
13 comentarios:
Ser o no ser es una maravilla. Elegante, irónica, profunda tras su capa de comedia. Creo que encaja perfectamente en "el toque Lubitsch" que planteas.
Merecido recuerdo.
Saludos, Dr.
Se ha comentado frecuentemente que Ser o no ser es la película más divertida de Lubitsch porque es la más seria...
Sin embargo a mi me encanta Ninotchka, es una deliciosa comedia con una Greta Garbo en un raro papel cómico, creo que fue su último gran trabajo en el cine...
Buen y nostálgico post Doc
Saluetes
Uno de los maestros indiscutibles de la comedia, demostrando que se puede ser inteligente, divertido, malicioso y sexy sin perder ni una pizca de elegancia. Detrás de las puertas siempre pasaban muchas cosas que el espectador tenía que imaginar, y eso se gradece, porque la imaginación puede ser enorme, como muy bien sabe,doctor.
Grande Lubitsch, uno de los mayores impulsores del cine. Sólo he visto una de sus películas, "Ser o no ser", y "Ninotchka" a la mitad (la dormí, mea culpa, no del director); y aunque no sé lo suficiente para opinar con fundamento, creo que no me equivoco al decir que en sus cintas se nota que iba un paso por delante de sus contemporáneos.
¿Te imaginas las películas que habría hecho si hubiera vivido más años...?
Saludos.
Ahora que papá Hitchcock no me oye, adoro a Lubitsch (A su padre de usted, el cubo Kubrick, también le tengo un apego especial, pero ahora tampoco venía al caso). "Ser o no ser" es una de mis películas favoritas de todos los tiempos. "El bazar de las sorpresas" y "Ninotchka" también son una gozada la mar de encantadora. Y bueno, por no seguir citándolas una a una, viva el Toque Lubitsch todo él!
Gracias por dedicarle este artículo :)
No hay más que mirar a este hombre para intuir la picardía ;)
Me encantaaaa, como ha dicho Lucinda ¡la de películas que nos hemos perdido con su muerte!
Esto merece ver otra vez "Ser o no ser"
Y sin embargo, nadie tuvo el toque como él. Sigue sorprendiendo lo atrevidas y verdaderamente modernas que son sus películas, e increíble que le dejaran hacerlas.
Gran post, doctor
Siento venir a disentir... y no seré yo quien ponga en duda la calidad de Lubitsch, pero...
creo que lo mejor de Lubitsch es su gran discípulo, el genio Wilder.
Aun así, Ser o no ser... siempre será imprescindible.
Saludos Doctor!
De regreso... Pues habrá que mirar de cerca al maese Lubitsch. Entre tanto, dos blogs gallegos, debido a sus "opiniones", han sido denunciados en los juzgados por el alcalde José Manuel Cores Tourís (del PP), la primera teniente de alcalde Rosa Oubiña, el edil de Obras José Antonio Domínguez y el concejal de Medio Ambiente Luis Aragunde. Invitamos a todos los blogs participantes del concurso 20 Blogs a manifestarse contra el intento de callar estas voces: hoy son ellos, mañana seremos nosotr@s... si tocan a un@, nos tocan a tod@s.
Los blogs son: Cousas de O Grove: http://ogrobe.blogspot.com/ y Cousas de Cambados: http://camba2.blogspot.com/
Coño, no me deja comentarrrrrrrrrr, ostiaaaaaaa, soy male, llevo escritos 4 textos de adoración en exclusiva a este señor, Libitsch, y no hay manera de publicar...
Ahora sí, soy Maleducada, pero male...
Lubitsch fué un adelantado para su tiempo. Moderno, inteligentemente delirante, productor de diálogos irrepetibles en la historia del cine por su sarcasmo y su osadía en aquellos lares y por esas fechas... y sobre todo, uno de los que mejor parodió todo lo que tocó con su varita mágica: se rió de las clases sociales, todas, se rió de las costumbres de estas, de determinados estilos de vida, de personas que podrían tener hasta nombre y apellidos de fijarse uno un poco, y encima, nadie pudo llamarle listillo, quizás porque siquiera le llegaron a entender...
Para mi es un poeta de la vida mundana, un astro en lo referente a la ordianarylife. El mejor. Muy bueno, realmente original para su época, y un curioso de la vida que tradujo en perlas valiosísimas sus descubrimientos extraidos de ella,
Lubitsch, a tus pies.
Maléfica
ADORO A LUBITSCH Y a este post consequently. A mi como director me parece insuperable, me gusta más que Wilder, mucho más (como director)
Mi lubitschfavorita: Ninotchka.
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