3 oct 2006
Rupert Angier versus Alfred Borden
Parece ser que tengo a alguien de vecino. Y digo parece ser, porque el apartamento contiguo, el que comparte tabique con el mío, estaba vacío. Mi casera no conseguía alquilarlo porque siempre pedía mucho dinero y bastantes referencias, antes de meter a nadie. No quería encontrarse con alguien como yo, de nuevo, y tener que reclamar el pago a golpe de fuerza, como solía acostumbrarme. Aún no tengo la certeza de quien es el misterioso vecino. Aunque más bien y, tras un encuentro fugaz y fortuito, creo que es una vecina.
El otro día subía por las escaleras y, cuando me aproximaba al rellano, vi moverse una sombra. Apenas alcancé con la mirada el suelo de mi planta para poder intuir unos zapatos de mujer y las ruedas de lo que sería una enorme maleta. Esa es mi única pista que induce a pensar que se trate de una mujer.
Intento estar atento a posibles salidas y entradas de la vecina intrigante pero no hay manera. Esto me ha supuesto un nuevo estímulo, ahora aguardo en silencio algún sonido que me pueda dar alguna pista. Salgo y entro con mayor frecuencia, tan sólo para conseguir coincidir. Pero no hay manera. Convertido en un vulgar espía, sin más motivo que el del autocotilleo, espero ansioso el momento de asestarla en el rellano, de presentarme y de conocer a quien quiera que sea. No es que esto me ocurra a menudo, pero tampoco estoy acostumbrado a compartir mi cotidianeidad y mis ruidos con vecindad próxima alguna. Me separan dos plantas del resto de vecinos del edificio, que siempre pasan con discreción en su anodino anonimato. Tan sólo mi casera, esa mujer tan fiera y alimaña que vive atrincherada en el bajo dominando las entradas y salidas de los habitantes del inmueble.
Anoche percibí, aunque más bien sufrí, algunos sonidos que no hicieron sino incrementarme aún más el interés por quien duerme al otro lado del tabique. En pleno sueño, a altas horas de la madrugada, un ruido me sobresaltó. Eran gemidos de mujer. No me hizo falta pegar la oreja a la pared. Eran tan claros, potentes y bien definidos que estaba claro que una hembra estaba disfrutando de lo lindo. Los chirridos intermitentes de los muelles de un viejo colchón me lo corroboraron. Allí había alguien que estaba en un estado de éxtasis sexual. Y que no le importaba lo más mínimo disimularlo. Ahora me asola la idea de si la nueva inquilina vive sola o en pareja. Porque es para felicitarle. A la pareja me refiero. Porque impartir esa clase magistral de delirio orgásmico a una mujer bien merece una felicitación. Seguiré investigando.
Mientras el trabajo se acumula. Dos personajes de corte victoriano se han pasado por el gabinete. De forma misteriosa un tal Rupert Angier, algo angustiado y apesadumbrado apareció como por arte de magia en mi diván. No escuché la puerta, tan sólo su voz proveniente del diván. No era para menos y si por arte de magia. Se trata de un prestidigitador afamado que está enfrentado por "El Prestigio" con un antiguo amigo y ahora contrincante. De nombre Alfred Borden. Tan sólo quería saber si había pasado por aquí. Apenas le negué, sin más tiempo para pronunciar el no, desapareció. Del mismo modo. Sin hacer ruido. Parece ser que la próxima película "The Prestige" tiene enfrentado a dos magos, no de estilo harrypotteriano, por conseguir el truco definitivo. Ese número que los encumbre en la gloria y por el que ambos mantienen una dura disputa, llevada a extremos obsesivos. Parece ser que Christopher Nolan está detrás de la cámara, adaptando la novela del mismo título del británico Chistopher Priest y contando en el reparto con Christian Bale y Hugh Jackman (los dos protagonistas), además de Michael Cane, Scarlett Johansson y la reaparición en el cine de David Bowie.
Ya veremos que nos depara esta intrigante historia con el mundo de la magia de fondo. Y por mi parte, si consigo averiguar algo más acerca de mi enigmática vecina.
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Terapias
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11 comentarios:
yo también fisgonaría!!! quién será la vecina? qué intriga!
Viva el voyeurismo, los espías, las cámaras ocultas y los enigmas!!
Seguro que la vecina es una asesina en serie que por la noche pone una cinta con gémidos fingidos mientras comete crímenes atroces y esconde los restos en la maleta. Esas ruedas seguro que tienen restos de sangre, o los zapatos tierra pegada después de haber enterrado los restos en algún descampado (tipo desierto de Arizona) cercano.
Ya veo la segunda parte de la película: "Prestige: de cómo el mago Rajoy convirtió una marea negra en hilillos de plastilina".
Respecto de su vecina, ténganos informados, Doctor...
Un beso largo y profundo.
yo hace un mes estuve flirteando con un vecino del bloque de enfrente ... a costa de llegar todos los días tarde al trabajo ... al final ya empezamos a saludarnos ... de repente ha desaparecido ...él y su furgoneta ya no están a las 8:45 en la calle ...snifffff .... volveré a meter el coche en el garaje ...
besos , muchos besos
No hay nada como los personajes misteriosos para poner sal a nuestras vidas, ésa mujer...
Y la película promete, donde esté Scarlett Johansson yo me apunto.
Saludos y gracias por su generoso comentario en mi blog.
Ya hay ganas de ver la película... la segunda de Johansson y Jackman compartiendo reparto. Parece que destilan química...
Su situación se va complicando, Doctor... ¿quién sabe si en el futuro no será usted el que haga gemir locamente a la vecina...? Besos.
Y si esa vecina tuviese las curvas de Scarlett Johansson??
Y si por arte de magia, apareciese un día en su puerta para pedir un poquito de sal??
Y si escuchase tras su pared, al igual que escuchó sus orgasmicos gemidos, la música de Miles Davis sonando en la casa de la voluptuosa chica???
¿¿No sería para ponerse cardiaco??
Un consejo. Observela si es que puede, intente cautivarla si es como yo la he imaginado y si todo eso ocurre...invitela al estreno de "The Prestige", que seguro merecerá la pena!
Saludos septimocieleros, doctor!
Interesante, una vecina clandestina y etérea. ¿Cómo será?. ¿Necesitará tratamiento?. No me cabe duda que usted lo averiguará.
Veremos "The Prestige", por supuesto.
Saludos, Dr.
¡qué buena pinta todo! película y vecina. Nada... siga escuchando y tal vez observando a ver qué se cuece, de momento huele todo bien.
Besos mágicos y sin truco
De Nolan me fio. Va a ser un peliculón!
Esta vecinita promete, escuchar gemidos de alguien completamente desconocido cuya única referencia son unos tacones y los muelles de una cama puede ser tremendamente intrigante y estimulante ¿me equivoco?
Saludos.
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