16 mar 2006

The Wolf Man

Noche de luna llena significa, en términos psiquiátricos, un influjo en nuestra conducta científicamente probado. En personas normales y en las que poseen una mentalidad aberrante. Los casos de asesinato, asaltos, suicidios, accidentes automovilísticos aumentan de forma dramática durante el plenilunio. En nuestro comportamiento, se incrementa perceptiblemente las tasas de actividad física, metabolismo, agresividad y actividad sexual. Esto último es lo que yo sentía en mi interior que necesitaba, a pesar de que se me pueda calificar de tener una mentalidad aberrante.
Pisé la calle en cuanto el sol se despedía y recibí a una luna maravillosa buscando antros donde comenzar a divertirme. Todo parecía ir bien. El alcohol comenzaba a correr por mis venas y un estado de euforia exacerbado me dominaba. Buscaba ansioso alguna hembra para satisfacer mi ansia, en principio de mirar, pero no había fémina que me sedujese. Decidí cambiar de aires y busqué velozmente algún otro local ambientado. La noche estaba pletórica, mucha gente deambulaba buscando diversión. El tráfico parecía más propio de la mañana. Algunos cantaban en grupo al cielo con botellas en las manos. De repente, siguiendo el rastro de unas jovencitas dí con un local que mostraba un éxtasis de juerga. La puerta abarrotada indicaba que su interior estaba copado por envenenados por la luna como yo. Conseguí entrar a pesar de mi aspecto ya demacrado y mi aliento inflamable. La temperatura alcanzaba el calificativo de horno humano. Esto debía ser lo más parecido a un verdadero infierno, sólo que faltaban las calderas en llamas. Todos bailaban un atronadora "música", o ruido estruendoso que parecía hipnotizar a todos y que inevitablemente les arrastraba a agitar o mover rítmicamente alguna parte del cuerpo o todas a la vez. La barra estaba imposible, así que tuve que conformarme con apropiarme de las copas de los más despistados. La mezcla no me suele jugar buenas pasadas pero no había otra opción.
Acabé arrastrado hasta lo que parecía la pista de baile, donde gracias a la mágica luna, encontré mi víctima. Una joven de muslos prietos asomados a una diminuta falda que se alzaba sobre unos tacones de vértigo. Se movía sensual, con ritmo, con conocimiento, con dos mil miradas clavados en su culo y alguna que otra en su torso. Sus carnosos labios estaban dibujados con carmín oscuro y su larga melena se agitaba suelta y elegante. No podía dejar de mirarla, mi secreción salival empezaba a notarse excesivamente, así que decidí que tenía que disimular, aunque no me guste. Giraba absorto, pero siempre buscando un acercamiento visual que no se correspondía. Más cerca. Pensé. Más cerca. Me aproximé hasta casi un metro pero tenía un gilipollas que se creía estar en un concurso de breakdance y me tapaba el paso. Algunos le aplaudían incluso. Logré zafarme de él y cuando la tuve tan cerca como para tocarla, le miré los ojos. Brillaban por encima de mi cabeza. Es altísima. Y está buenísima. Ya no podía disimular más, así que de perdidos al río y la sujeté por la cintura en un intento de baile al estilo lambada pero no me dió tiempo ni a sentir su calor en mis manos cuando el bailarín de breakdance me agarró del hombro. No sé qué estaba diciendo, me aparté y continué con mi baile calentón. Ella parecía sonreir, pero no veía bien. La vista se me nublaba y encima las lucecitas de los huevos parpadeaban al ritmo del ruido infernal. No pude aguantar más. Le agarré sus posaderas, acaricié sus glúteos y me pareció lo más agradable que mis manos habían palpado nunca.
Poco me duró. El bailarín era la pareja de ella y decidió mostrar su hombría en mi cuello. Un golpe que dejó aturdido mientas siguieron viniendo mamporros a mi mandíbula hasta que caí. Cuando me incorporé se habían expandido tanto los golpes que todos parecían haberse contagiado. Ella no estaba. Yo sangraba por el labio. Recibí un poco más de madera hasta que logré zafar tras una columna. Todos se habían vuelto locos. La pelea era multitudinaria. Todos contra todos. Los vasos volaban, los de seguridad cobraban, ellas gritaban. Las luces seguían su ritmo. La música bajó de volumen para permitir que los gritos envolvieran el ambiente. Conseguí salir por una puerta de emergencia que unas señoritas empujaron. Muchas corrían despavoridas y yo entre ellas alcancé la calle.
Menuda noche. La mandíbula hinchada, el cuello magullado y alguna costilla resquebrajada.

Espero que a Benicio del Toro le vaya mejor cuando se calce el disfraz de hombre lobo en su nuevo proyecto. Seguro que a él le respetarán más. Se lo merece.

12 comentarios:

Mar dijo...

hay que ver dónde se mete... pero que le quiten lo ¿bailao?
Si yo fuera a un sitio de estos y le cogiera del culo a un chico, "su" chica ¿me daría a mamporrazos también?, creo que no lo voy a comprobar

Unknown dijo...

Disculpas porque creo que este humilde blog ha estado un poco pachucho. Ha sido ajeno a mi voluntad y gracias por avisarme a Thalatta y a Malditos Tacones. Parece que ya está solucionado y se visualiza correctamente.

Pol dijo...

Sí, si ya se ve bien...pensaba que era parania mía, per no...


Vaya nochecita..

Benicio del Toro, que grande....Soapechosos Habituales, 21 gramos y más.

Saludos!

Mar dijo...

¡qué bien ya funciona!, si hasta fui al internet explorer a ver si funcionaba. Yo es que me vengo aquí a ver la foto del nuevo Lex Luthor de vez en cuando ;)

Korngus dijo...

Buenas Dr.

me paso por aqui por dos motivos. Uno pa darte una pequeña alegria. Pasate por mi blog http://sinpasarportaquilla.blogspot.com y leete el miniarticulo de periodico que aparece debajo de la critica a batman begins.

y dos para preguntarte si quieres colaborar en mi blog. No te exigira mas tiempo del que ya dedicas al tuyo (muy bueno por cierto) basta con que me mandes criticas que hagas de las peliculas. Cuando las tengas, no exijo nada.

Hay dos formas de publicar en mi blog, te puedo enviar una invitacion y las publicas tu solo o me las mandas al mail y te las publico yo con fotos, enlaces, bso y demas.

Por colaborar, a parte de mi eterno agradecimiento, te añado en colaboradores (con enlace a tu blog) y pongo un link a la pagina que elijas (Supongo que tambien sera tu blog) siempre que quieras. Piensatelo y con lo que sea me contestas en mi blog. plis.

gracias de antemano por perder el tiempo leiendo mis divagaciones y felicidades por el blog

missangria dijo...

Dr: A pesar de lo accidentado de la noche, le pudiste tocar el prieto trasero, esto ya no te lo quita nadie, no todos osaron y aunque sufrieras magulladuras te arriesgaste...y eso siempre es un valor añadido.
SALUDOS.

Dulce Sophie dijo...

Mi querido doctor...me tiene muy preocupada...
...no me extraña que su gabinete se haya resentido... esas noches en el Séptimo Cielo; esa molesta costumbre de terminar magullado casi todas las noches, para regresar a casa en tan mal estado; esas miradas lascivas a la hija de su casera, e incluso a su casera en algún momento de necesidad urgente (no intente negarlo, le he estado investigando este fin de semana)...y llegar casi a intimar con alguna de sus primeras pacientes....¿y la ética profesinal?...¿es que no es capaz de controlar sus desbordados instintos cuando está atendiendo a sus pacientes femeninas?

Por cierto, ¿para que día concertamos mi cita?¿le viene bien mañana?

Anónimo dijo...

La noche es así y mas las de luna llena. Movidas, enloquecidas...todos los noctámbulos saben como se acaba una buena juerga...
Es la priemra vez que visito su blog y realmente me encanta...
Besos

Unknown dijo...

dulce sophie: agradezco su indagación, pero ¿cómo le doy cita? Tengo necesidad de pacientes aunque también una agenda apretada... No intuyo en su caso necesidad de terapia. Se encuentra usted aparentemente bien. Tendré que buscar referencias...

El Miope Muñoz dijo...

Dr. esutpendo post, cada dia aprendo más con usted.

PD: Le pasé un meme querido doctor. Contestelo cuando pueda y si lo desea vd;)!

Dulce Sophie dijo...

Usted busque referencias,mi querido doctor...pero no crea todo lo que dicen por ahí...sobre todo si es bueno...
:)

Viola de Lesseps dijo...

MMM Benicio y la noche, que dos grandes combinaciones