4 feb 2006

Indiana Jones


Estoy saboreando el mejor whisky del mundo. Macallan, un auténtico escocés de malta de 12 años. Un placer para los sentidos. Por su aroma, su color y su sabor únicos, se puede considerar un tesoro. También por lo que me costó conseguirlo.

Anoche me encontraba en un bar exclusivo, de esos de refinada decoración, todo en madera, ambiente selecto, camareros con pajarita. El templo del buen bebedor. Sólo sirven los mejores alcoholes, a precio de oro claro. Siempre había sido rehacio a entrar pero decidí hacer una parada y concederme un pequeño lujo.
Acodado en la barra, jugueteaba con el vaso ancho que brillaba deslumbrante y dejaba que su dorado contenido iluminara mi rincón. De repente un estruendo, como una explosión provocó un susto general de enormes dimensiones. Todos los presentes se lanzaron al suelo, yo me dejé caer bajo el taburete. Un autobús en llamas acababa de atravesar la cristalera de entrada y se había quedado aparcado en el centro del local. Entre el desconcierto, algunos corrían, otros gritaban, el camarero cogío un telefóno y salió en busca de auxilio. Aproveché el despiste y repté hasta el interior de la barra, me encalomé a la estantería y agarré dos botellas de Macallan. Una a cada bolsillo. Las luces empezaban a parpadear, cristales rotos, algunas llamas y el sistema contraincencios saltó y empezó a llover. Imposible salir por la puerta, el autobús destrozado y vació ocupaba todo el paso hasta la entrada. Corrí hacia el fondo y entre el aseo masculino. Encajé la puerta y vi una salida. La única posible. Una ventana alta y pequeña pero suficientemente ancha para salir. Trepé como pude sobre el lavabo y se abrió. Daba a un oscuro callejón lleno de cajas de refrescos y basura. Una nueva explosión y más gritos. No había otra opción. Golpeaban la puerta. Metí el tronco y me quedé atrapado medio colgando. Las dos botellas en mis bolsillos obstruían la salida de mi cadera. Tuve que soltar lastre. Escuché cristales romperse. Lástima. La otra botella la puse entre mis piernas y me dejé caer.
Durante unos segundos me quede casi inconsciente, aturdido e inmóvil. Un fétido y penetrante olor me provocó una náusea que me resucitó al instante. Estaba hundido entre bolsas de basura. Mi espalda sufrió la peor parte. Me costó incorporarme pero pude salir caminando con mi tesoro.

Su penetrante sabor me repone a cada sorbo. Miles me acompaña con "Birth of a Leather". Ya está aquí mi nuevo paciente.
-¿Se puede doctor?
-Adelante, tome asiento.
Indiana Jones, nada menos. Con su sombrero y su látigo y un olor a arena y polvo. Algo más reposado y arrugado pero con el mismo porte con el que le recuerdo.
- ¿A qué debo su inesperada visita, profesor Jones?
-Mire doctor. Llevo demasiado tiempo esperando mi regreso y, francamente, me estoy desesperando un poco. Tengo algo de ansiedad, muchos comentarios pero no llega el momento. Pasan los años y cuando se decidan a ponerme en marcha no sé si estaré a la altura.
-Profesor Jones. Según mis informaciones (recuerdo que White Chocolate me contó algo recientemente) el guión de su cuarta entrega está terminado, el primer script es una realidad. Eso ya es un avance importante. Parece que las desavenencias entre Lucas y Spielberg por los pequeños detalles están ralentizando el comienzo de la preproducción. Pero me consta que en sus agendas tienen previsto comenzar el rodaje este mismo año. Sus nuevas aventuras regreserán pronto.
-Eso me tranquiliza doctor. Sus palabras parecen más creíbles que los rumores que corren. Pero como se demore mucho el comienzo del rodaje, voy a hacer el ridículo. Después querrán que monte a caballo, corra, salte de un precipicio y todo como hace ya muchos años. Y uno tiene ya una edad.
-Si, es cierto. Pero usted es nada menos que Indiana Jones. No hay aventura que se le resista. Sus seguidores están dispuestos a seguirle a cualquier precio. Seguro que le mimarán y los productores no se lo pondrán demasiado difícil. No tema. Su regreso es inminente. Cuando Spielberg vea como se queda sin su Oscar este año, a buen seguro que visita de inmediato a Lucas para ponerse manos a la obra. Tengo la certeza de que este mismo verano tendremos noticias a bombo y platillo de su cuarta aparición en la pantalla grande.
-Gracias doctor. Sus palabras me alivian y convencen. Le dejo a solas con su botella.
-¡Suerte!
Parece mentira, pero un whisky tan bueno no marea. Aún me quedan un par de copas para comprobarlo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Sabes? Este paciente tuyo es de los pocos hombres que a mí me ha enamorado a través de una pantalla.


Y tu noche... me ha resultado soberbia. Casi me has trasladado a ella. Sobre todo a la primera parte. Me encanta la acción para vivirla.

Buen domingo Dr. ;)

Y besos

MalditosTacones dijo...

Por mí que haga todas las que quiera, porque sus aventurillas me han entretenido siempre los domingos por la tarde: no estaría mal tener una diferente para el resto de domingos del resto de mi vida...

Un ... esto... ¿Qué era?

Gonzalo Vicente dijo...

Es gratificante saber que un hombre de acción también necesita terapia.
Un saludo.

P.D: Gracias por la información que me proporcionó sobre "Inside Man".

El Miope Muñoz dijo...

Un merecido post, al arqueologo que le ha dado la mejor fama al gremio.

¿Como se sentirá el gremio de los payasos? Ultrajado después de It, El Joker....

Pero bueno ellos tienen sentido del humor ;) (No como las azafatas, y la mitad de gente, de hoy en dia, que se enfada, demanda, y demas)

¡Un saludo!

Unknown dijo...

Estimado jinete es usted fan de Indiana supongo, pero no creo que de un servidor. Le recomiendo que lea algunos otros post y entenderá algo más acerca de mi gabinete y los personajes que pasan por él.
Para poner una imagen en la cabecera lea lo siguiente:
http://utilidades.bitacoras.com/

Aquí encontrada ayuda útil para su blog.
Espero seguir leyéndole por aquí.

Unknown dijo...

Estimado jinete le agradezco la aclaración. A veces el alcohol entorpece la agilidad mental. No lo había reconocido.
Gracias por su fidelidad y espero que la ayuda que le ofrecí le fuese de utilidad.
Un saludo