18 ene 2006

Clooney



Van pasando los días, las semanas y no mantengo una conversación con una mujer. En concreto con una mujer joven y atractiva. Porque con la única que he dialogado ha sido con mi casera, que no falta puntualmente cada mes para reclamarme el pago del alquiler. Y ella no es precisamente el ejemplo de una mujer joven y atractiva. Es más, se que es mujer porque tiene nombre de mujer, pero ahí queda su femeneidad. Su aspecto se asemeja más a una mezcla entre el Gollum y Chewbacca: menuda con ojos grandes, pero desproporcionada en sus extremidades y con demasiado vello. Cuando llama a la puerta se que es ella porque emite un fétido aroma a cocina grasienta y antes de abrir tengo que tomar aire antes de escuchar siempre la misma cantinela y las mismas recriminaciones. Con buen talante me despido y la despacho con celeridad antes de asfixiarme completamente.
Cuando me cruzo con una joven atractiva siempre espero que me devuelva la mirada pero parezco el hombre invisible. Me siento ignorado. A veces casi me conformo no con unas palabras sino con una mirada prolongada. Pero es desastroso. Y viendo a George Clooney como las hipnotiza me siento aún peor.
White Chocolate me ha llamado tras la gala de los Golden Globes pero me tuvo que colgar rápido porque la policía andaba tras sus pasos, una vez más. Traspasó las medidas de seguridad de la alfombra roja como es costumbre, cuando todos y todas se giraban su atención cuando George Clooney hizo su aparición elegante y sonriente. Pero un estúpido perro policía lo encontró donde no debía y fue expulsado. Después de identificarlo fue detenido y entretanto me llamó para comentarmelo. Así que este año nos quedamos sin sus instantáneas mórbidas que tanto gustan. Una noche en el calabozo y volverá a sus andadas. Ánimo colega. Me voy en busca de una careta de Clooney a ver si me como un rosco.

1 comentarios:

MalditosTacones dijo...

Bueno, nadie es perfecto: el señor Clooney vive con un cerdo. Vaya usted a saber, con tales preferencias, qué pensaría el actor de una casera como la de nuestro doctor...

Un beso...