6 sept 2007

Paul Naschy. El licántropo cumple años


Hoy es el aniversario de una leyenda viva del cine español. Todavía a muchos el nombre de Paul Naschy no les dice nada y eso es, precisamente, la mayor deuda que el cine patrio tiene con este gran artista. El "Boris Karloff español", o el "Lon Chaney ibérico" han sido algunos de los sobrenombres que se han utilizado, en más ocasiones fuera de nuestras fronteras, para citarlo.

No es para menos, ya que Jacinto Molina, que es su nombre real, ha llevado el género del terror a sus más altas cotas durante muchos años. Este licántropo nocturno ocupa un lugar privilegiado en el olimpo del género, con una trayectoria profesional alabada, y tras muchos años de desprecio, parece que el paso del tiempo ha ido logrando colocarle donde se merece, aunque para muchos aún sea nada más que un nombre relacionado con la serie B.

Nombrar a Rasputín, Frankestein, Fu Manchú, el jorobado de la Morgue o el inolvidable Waldemar Daninsky, con algunos de los personajes para los que su camaleónico y duro físico se transformó. Además hay que reconocerle su meritorio conocimiento de los entresijos para generar verdadero miedo delante de una cámara y su afinado talento para sacar enorme partido a historias, a veces, simples y con medios reducidos. Pero su faceta de actor, que es la más conocida, no puede empañar su tremenda aportación como guionista, productor y director, que durante decenas de producciones ha deslumbrado a alemanes, franceses, italianos, japoneses y estadounidenses en quien han visto un digno sucesor de los nombres más grandes del género, junto a Boris Karloff, Bega Lugosi, Lon Chaney, Peter Cushing o Christopher Lee.

En su infancia ya mostraba su gusto por las criaturas de la noche y se sentía cómodo con los aullidos de los lobos, aficionado a las viejas películas de terror de la Universal, pronto le palpitó el deseo de dedicarse al cine fantástico. Primero como decorador y extra en su juventud, que satisfacían su mente, no exenta de cierta depravación, y alimentó su particular imaginación.


En 1968 escribe el guión de una película que revolucionó el fantástico nacional. Con "La marca del hombre lobo", un éxito sonado, logró despegar su carrera, pero también lo encasilló injustamente. Meterse dentro de la piel de un hombre lobo, tras largas horas de maquillaje, lo encumbró como una nueva figura en el panorama europeo. Después llegarían títulos de culto como "La noche de Walpurgis", "Los monstruos del terror", "El jorobado de la Morgue" o "El gran amor del conde Drácula". Muchos con escasos medios pero una imaginación desbordante y un talento curtido desde su infancia a base de empaparse de los clásicos del género. Luego llegarían otros títulos destacados como "El caminante", "Madrid al desnudo", "Disco rojo", "Mi amigo el vagabundo" o la estupenda "Los ojos azules de la muñeca rota".

Rebasando el centenar de títulos fue llamado por la industria japonesa, a donde se trasladó en una nueva etapa como documentalista con obras como "El Museo del Prado" (premiado como la mejor película del año en Tokyo), "Las cuevas de Altamira" o "La máscara de Juyo". Tras su periplo nipón regresa a España y recibe numerosos homenajes y premios que reconocen, por fin, su trayectoria. Recoge en Estados Unidos el premio Karl Laemmle, el reconocimiento de la revista "Fangoria" y el gobierno español le concede la Medalla de Oro de las Bellas Artes.

Cabe hoy el recuerdo para Paul Naschy, que merece ser recordado como una leyenda del CINE, con mayúsculas. Felicidades.

5 comentarios:

e-catarsis dijo...

Vaya, creo recordar haber visto alguna de las películas que mencionas (desde luego hace tiempo) pero poco puedo aportar porque no recuerdo en especial nada de este actor y no tengo en mi memoria que alguna de ellas me dejara un recuerdo especial...pero como valoro tu criterio, intentaré ver la manera de refrescarme la memoria y te cuento ¿te parece?
Bss Doc

Otra Chilanga dijo...

Yo, en México, no recuerdo haber oído nada ni visto nada de él; pero con leerle no me queda la duda de que es un cineasta del que las y los españoles bien pueden estar orgullosos.

MALEFICABOVARI dijo...

No sabía de este señorón... pero me parece impresionante que traspasase fronteras, y tiene una cara de buena persona que se cae vivo el tío. Siempre digo lo mismo, que se van los grandes... pero para consuelo nuestro, quedan sus obras, y personas cómo tu, que les dan homenajes de honor, y les honran.
Un besazo, me ha gustado mucho, me gusta mucho cuando hablas de algo que no tengo ni puta idea, siempre aprendo, y de eso se trata...
Oye, si te vuelven a pichar las ruedas, dame un toque, no sabes lo efectiva que puedo ser si me dejo llevar por el lado oscuro... sí, aquel que no utilizo ya casi apenas...
Cuídateeeeeeee¡¡¡¡¡¡¡¡¡

LOLITA LOP dijo...

besos Doctor ...

¿como fué el descanso ?

Pol dijo...

Bien dicho, felicidades.

Saludos!